Marruecos Construirá, en Colaboración con Estados Unidos y Francia, una Base Aérea Militar en el Sahara
Marruecos avanza a pasos agigantados en el fortalecimiento de su seguridad nacional y regional, mientras el régimen argelino, atrapado en sus propias conspiraciones y su apoyo tácito a grupos desestabilizadores, continúa aislándose en la escena internacional.
Ante el aumento de las amenazas terroristas en el Sahel, Rabat toma la delantera y, en colaboración con Estados Unidos y Francia, está considerando el establecimiento de una base aérea militar avanzada en el extremo sur del Sahara marroquí. Un verdadero pesadilla para Argelia, cuyo influjo se derrumba bajo el peso de sus propias contradicciones.
Según el periódico español La Razón, esta infraestructura estratégica servirá como una plataforma para operaciones dirigidas contra los grupos terroristas que operan en el Sahel, en cooperación con países como Níger, Malí y Burkina Faso.
Esta iniciativa, lejos de limitarse únicamente a la protección de Marruecos, también tiene como objetivo garantizar la seguridad europea frente a la expansión de los movimientos extremistas. Mientras tanto, Argelia, a través de su complicidad y ceguera, sigue permitiendo que estos mismos grupos proliferen, amenazando así la estabilidad de toda la región.
Mientras el régimen argelino sigue atrapado en discursos vacíos, Marruecos toma medidas. Gracias a una operación de inteligencia sin precedentes, las fuerzas de seguridad marroquíes desmantelaron recientemente una célula terrorista que preparaba una serie de atentados contra el Reino. Esta operación resultó en la incautación de un gran arsenal de armas y explosivos en varias ciudades marroquíes, incluida Errachidia, una ciudad fronteriza con Argelia. Esto plantea una pregunta candente: ¿de dónde provenían estas armas?
La conexión entre el terrorismo y la complacencia del régimen argelino se vuelve cada vez más evidente. Los expertos en seguridad advierten que el Sahel se ha convertido en un centro neurálgico para las organizaciones yihadistas, en gran parte debido al vacío de seguridad y la corrupción que corroen las instituciones argelinas. En lugar de luchar contra estas amenazas, el poder en Argelia prefiere alimentar las tensiones regionales y fomentar la discordia apoyando entidades separatistas fantasmas.
Mientras Marruecos refuerza su cooperación internacional para erradicar la plaga del terrorismo, Argelia se hunde en una postura arcaica y suicida. El tiempo en que podía engañar a la opinión internacional con su propaganda falsa está llegando a su fin. Rabat, al asumir un papel de liderazgo en la lucha contra el terrorismo en el Sahel, recuerda al mundo que el verdadero poder no radica en la retórica, sino en la acción.
El mensaje es claro: Argelia puede seguir fomentando la inestabilidad y jugar un juego peligroso con fuerzas oscuras, pero Marruecos, por su parte, avanza con determinación, apoyado por sus aliados y con una visión estratégica imparable. La historia juzgará sin piedad a aquellos que, por incompetencia o complicidad, permitieron que el caos prosperara a expensas de la paz y la seguridad regionales.
Le7tv
