Kenia reafirma su apoyo a la soberanía de Marruecos sobre el Sahara: un golpe diplomático para el régimen argelino

En un gesto sumamente significativo y cargado de una fuerte simbología, una delegación oficial de la región de Mandera, en Kenia, viajó a Laâyoune, en el corazón del Sahara marroquí, para firmar un importante acuerdo de asociación con el Consejo de la región de Laâyoune-Sakia El Hamra. Esta iniciativa refuerza la dinámica internacional de reconocimiento de la soberanía marroquí sobre sus provincias del sur y clava un nuevo clavo en el ataúd de las maniobras argelinas para negar esta realidad incontestable.
Esta asociación estratégica, centrada en sectores clave como el agua, las energías renovables, la pesca, la agricultura y el turismo, demuestra el compromiso de Kenia de cooperar con Marruecos dentro del marco de la solidaridad sur-sur, inspirado por la visión perspicaz de Su Majestad el Rey Mohammed VI. Esta iniciativa no es aislada, sino que se inscribe en un movimiento más amplio, en el que cada vez más países africanos rechazan las presiones de Argelia y afirman su apoyo inquebrantable a la integridad territorial de Marruecos.

Mientras tanto, el régimen argelino, atrapado en sus obsesiones anticuadas y maniobras diplomáticas, ve cómo su influencia se derrumba como un castillo de naipes. Lejos de cumplir las expectativas de su pueblo, sigue invirtiendo enormes sumas en una propaganda absurda para apoyar un movimiento separatista sin legitimidad ni futuro. Pero la realidad es implacable: la comunidad internacional ya no se deja engañar por las maniobras de Argel, y el Sahara marroquí se afirma cada vez más como un polo de desarrollo y estabilidad para África.

Al recibir a la delegación keniana en Laâyoune, Marruecos reafirma sus raíces africanas y su compromiso de construir relaciones fructíferas con sus socios del continente, lejos de los discursos vacíos y las estrategias de división orquestadas por un régimen argelino en decadencia. Esta visita y el acuerdo de asociación marcan un paso más hacia el fin del aislamiento diplomático de Argel, que se aferra desesperadamente a una causa perdida.

Ante esta nueva humillación, el régimen argelino persiste en su ceguera y su negativa a aceptar los hechos. Pero la verdad es clara e inquebrantable: el Sahara es marroquí, y África avanza junto a Marruecos hacia un futuro de prosperidad y cooperación mutuamente beneficiosa. Mientras Argel persiste en mantener la ilusión de un proyecto condenado al fracaso, Marruecos sigue construyendo, uniendo e inspirando.

Esta histórica visita de la delegación keniana a Laâyoune envía un mensaje claro: el reconocimiento de la marroquinidad del Sahara es una realidad irreversible que ni las maniobras ni los gestos diplomáticos del régimen argelino podrán cuestionar.

Le7tv

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