Las relaciones entre Argelia y París siguen marcadas por un clima persistente de frialdad. El domingo 5 de enero, el ministro de Asuntos Exteriores de Francia, Jean-Noël Barrot, fue cuestionado por RTL sobre el estado de las relaciones bilaterales. Sus declaraciones confirmaron que no ha habido avances hacia la mejora.
Argelia lleva más de cinco meses sin embajador en Francia. Esta situación es una consecuencia de la decisión del presidente francés Emmanuel Macron, en julio, de reconocer la «soberanía marroquí» sobre el Sahara Occidental. En respuesta, Argelia llamó a su embajador en París, Saïd Moussi, el 31 de julio.
Una serie de crisis recurrentes
Esta es la tercera crisis entre los dos países en tres años. La primera ocurrió en 2021 debido a los comentarios de Emmanuel Macron sobre la historia de Argelia. La segunda, en febrero de 2023, involucró la exfiltración de la activista argelina Amira Bouraoui hacia Francia a través de Túnez.
Sin embargo, la crisis actual parece estar destinada a durar, alimentada por nuevos elementos que complican aún más la situación.
En noviembre, el arresto en Argel de Boualem Sansal, escritor franco-argelino, provocó ataques sin precedentes contra Argelia y sus líderes, especialmente desde la extrema derecha francesa. En diciembre, la televisión estatal argelina difundió las confesiones de un exterrorista, que acusó a los servicios de inteligencia franceses de intentar manipularlo para crear células terroristas en Argelia. Esto llevó a la convocatoria del embajador francés en Argelia, Stéphane Romatet, por las autoridades argelinas.
Comentarios de Jean-Noël Barrot
En este contexto tenso, Jean-Noël Barrot abordó la cuestión de las relaciones con Argelia en RTL:
«Deseamos mantener las mejores relaciones con Argelia, pero no es el caso hoy.»
El ministro subrayó la importancia que Francia otorga a la «Declaración de Argel para una asociación renovada», firmada durante la visita de Emmanuel Macron en 2022, pero señaló que las acciones recientes de las autoridades argelinas generan dudas sobre su compromiso con esta hoja de ruta.
«Para avanzar, ambas partes deben estar comprometidas», añadió.
El caso de Boualem Sansal en el centro de las tensiones
El caso de Boualem Sansal, de 75 años y recientemente nacionalizado francés, sigue siendo un punto clave de conflicto. En noviembre, fue arrestado en Argel tras hacer declaraciones controvertidas sobre el colonialismo francés y las fronteras entre Argelia y Marruecos.
Jean-Noël Barrot expresó su preocupación por la salud de Sansal y condenó el rechazo de su solicitud de liberación provisional, que fue decidida por la Cámara de Acusación de Argel el 11 de diciembre.
«Francia está profundamente comprometida con la libertad de expresión y considera que las razones que llevaron a su encarcelamiento no son válidas.»
El ministro francés calificó previamente la detención de Sansal como «sin fundamento» y «simplemente inaceptable», alineándose con las preocupaciones expresadas por Emmanuel Macron.
Un estancamiento duradero
Con acusaciones de manipulación, críticas mutuas y la falta de diálogo constructivo, las relaciones entre los dos países parecen dirigirse hacia una crisis prolongada. Restaurar la confianza entre ellos parece una perspectiva lejana.