En un documento interno de Hezbollah de la oficina del jefe de la división de inteligencia militar de la organización, Hezbollah informa de 879 muertos como resultado de la infiltración y explosión de su red interna de comunicaciones. Entre ellos, 131 iraníes y 79 yemeníes, incluidos 291 altos funcionarios, murieron.
A raíz de las explosiones, 509 víctimas perdieron la vista, la gran mayoría de ellas (491 completamente ciegas) y 602 resultaron gravemente heridas, incluidas 84 personas de edad avanzada.
Otras heridas incluyen 1,735 víctimas con daños en sus órganos reproductivos, de los cuales 905 sufrieron daños irreversibles.
El número de víctimas no involucradas es de 40, de las cuales 39 murieron y una resultó gravemente herida o en estado crítico.