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España y Marruecos rivalizan para ser el puente de China a Europa

Pedro Canales

China tiene como objetivo a corto plazo entrar de lleno en el mercado europeo, y a medio plazo en el de los Estados Unidos. Para conseguirlo, se propone establecer una cabeza de puente, que para el caso de Europa está en Marruecos o en España. La elección aún está por hacer.

Marruecos posee Acuerdos de libre intercambio con Europa y los Estados Unidos, lo que permitiría a Pekin colocar en el mercado occidental sus productos más comerciales, como los coches eléctricos. España, por su parte, siendo miembro de la Unión europea y teniendo un Tratado de amistad, navegación y comercio con los EEUU, puede facilitar el tránsito de productos de amplio consumo exportados por China.

La imposición de aranceles europeos a la importación de coches eléctricos chinos, que puede llegar hasta un 38%, ha sido muy mal aceptado por el país de Xi Yinping. El presidente español Pedro Sánchez, actualmente de visita en Pekin, ha pedido a la Unión europea que reconsidere estos aranceles, alegando que “lo que necesitamos no es una guerra comercial, sino construir puentes entre la Unión europea y China”. España estudia, instalar en suelo ibérico una fábrica de coches de la empresa china MG.

La mano tendida de Pedro Sánchez a Xi Yinping, tiene también otros objetivos: a corto plazo, impedir que Pekin aplique retorsiones comerciales en la importación de productos cárnicos porcinos, de los que España ocupa el primer puesto en exportaciones a China, por delante de Estados Unidos y Brasil, con un saldo de mil cuatrocientos millones de euros en 2023; y a medio plazo establecerse como cabeza de puente de las exportaciones electrónicas, de aparatos de seguridad y de vehículos eléctricos a Europa.

Pero nuestro vecino del sur, Marruecos, también persigue el mismo objetivo de ser intermedio para el mercado de coches eléctricos y de electrónica de consumo de China a Europa, y, ¿por qué no?, también a los Estados Unidos. Por el momento, Rabat ha conseguido que el gigante industrial chino Gotion High-Tech, construya una giga-factoría de baterías para coches eléctricos localizada cerca de Kenitra, con una inversión de mil doscientos millones de euros.

Es cierto que esta decisión china se produce cuando la industria de automoción de Marruecos ha alcanzado la producción de 700.000 coches anuales por parte de los grupos Stellantis y Renault, que buscan pasar del motor térmico al eléctrico para cubrir la demanda europea.
Sin embargo no está excluido que la mirada china vaya más lejos, y pretenda implantarse en Marruecos con esta macro fábrica de baterías para sus propios vehículos, que se puedan producir en España o en el mismo Marruecos.

Lo de China en Europa es un reto a medio plazo. El gigante chino, primer fabricante mundial y primer exportador, estudia meticulosamente todos sus pasos, y, según coinciden los analistas y observadores, está en condiciones de hacer ofertas muy jugosas a sus interlocutores, marroquíes o españoles. La precipitación de viaje del Presidente español Pedro Sánchez a China, parece pues evidente.

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