España recupera en parte la herencia cultural andalusí
Pedro Canales
España redescubre la herencia cultural andalusí, reivindicando a la princesa feminista Wallada bint al Mustakfi, una mujer que jugó un papel extraordinario en la cultura y el arte del Califato omeya en la España musulmana.
El Doctor en Economía y destacado referente en Responsabilidad Social Corporativa (RSC), Aldo Olcese está participando en la búsqueda y recuperación histórica de personajes que han jugado un papel protagonista en la vida artística y cultural de la España ancestral.
Como promotor de encuentros en la sociedad civil, Olcese ha organizado conferencias y debates para rescatar el papel jugado por la princesa Wallada, una poetisa desconocida y olvidada , no sólo en cuanto a la calidad de su creación artística, sino marginada y conscientemente discriminada por su compromiso social y feminista en una época y en una sociedad en la que la mujer estaba postergada en el hogar y solo podía salir a las calles, acompañando a su marido o para dirigirse a casas de sus familiares.
Según Olcese, la poetisa andalusí la hija del último califa cordobés dinastía Omeya, Muhammad al Mustakfi y de una cautiva cristiana , Amina’am, “muy bella y blanca de piel”, pasará a la historia por haber creado un Salón artístico en el palacio califal, abierto no sólo a las mujeres, sino a todos los habitantes de la ciudad y en particular a otros poetas como Ibn Zaydún, o el escritor Ibn Hazm, autor de El collar de la Paloma.
Al morir el califa Muhammad III sin descendencia masculina, Wallada obtuvo su herencia, lo que le permitió alejarse de la vida palaciega, y llevar a cabo sus propios objetivos artísticos y sociales, entre ellos el Salón literario en donde se dedicó a enseñar poesía y canto a chicas de buena familia e incluso a esclavas. Acudían al mismo poetas y literatos de su tiempo, junto a personajes jurídicos prestigiosos que admiraban su genio y su belleza. Wallada paseaba por las calles de Córdoba sin velo y con versos bordados en los hombros de sus vestidos.
A pesar de la segregación a la que se vio sometida como poeta, sus composiciones han llegado hasta nuestros días gracias al trabajo magistral de la Escuela de Traductores de Toledo, “la más importante que ha existido en el mundo en toda su Historia” según Aldo Olcese, y que ha podido recuperar algunos bellos poemas.
Wallada murió el 26 de marzo de 1091, el mismo día que los Almorávides entraron en Córdoba.