En una carta dirigida al presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan, el presidente de la Asociación Mundial Amazighe, Sr. Rachid Raha, cuestiona por qué Turquía condena con fervor el genocidio en curso contra el pueblo palestino mientras apoya el genocidio que se está llevando a cabo contra las poblaciones ‘musulmanas’ de los tuareg y moros de Azawad en Mali.
Señor Presidente,
Tenemos el honor de exponerle la delicada cuestión de la violencia mortal desatada contra las poblaciones indígenas del norte de Mali, a saber, los tuareg y moros de la región de Azawad, por parte de las fuerzas militares malienses (Fama), con el apoyo inhumano y criminal de las milicias rusas del grupo ‘Wagner’, que continúan realizando operaciones sistemáticas de limpieza étnica contra estas poblaciones civiles de Azawad, en esta región sahelo-sahariana, en el corazón de nuestro continente africano.
Se ha revelado que este genocidio, que los medios internacionales y la opinión pública internacional intentan silenciar al enfocarse en el conflicto israelí-palestino y la guerra ruso-ucraniana, se lleva a cabo utilizando drones letales fabricados en Turquía, convirtiéndose en cómplices notorios de esta atrocidad de limpieza étnica contra poblaciones musulmanas. El último informe sobre uno de sus drones utilizados contra civiles en Tin-Zawatine, el domingo 25 de agosto pasado, resultó en la muerte de más de veinte víctimas, entre ellas más de 11 niños inocentes!
Señor Presidente,
Sepa que si Mali, Burkina Faso y Níger han experimentado (y seguirán experimentando) varios golpes de estado, se debe principalmente a su incapacidad para enfrentar la inseguridad provocada por los grupos terroristas yihadistas, que desafortunadamente, tanto los generales argelinos como usted han apoyado significativamente!
Por lo tanto, la pregunta fundamental que queremos saber es qué han hecho los tuareg y moros musulmanes del Gran Sáhara para que usted apoye, al mismo tiempo, a sus peores enemigos, es decir, las autoridades malienses y los grupos terroristas del Sahel, mientras que esta vasta región desértica del Gran Sáhara era anteriormente un refugio de paz, donde convivían en armonía diversas religiones y creencias y donde los diferentes grupos étnicos, incluidos los tuareg, moros, peul, dogon, tibu y songhai, junto con los bambaras, se respetaban mutuamente?
Sepa que los tuareg y moros de Azawad, como pueblos indígenas, luchan por sobrevivir en este vasto desierto inhóspito y abogan todos por una solución política con sus autoridades centrales malienses para obtener un estatus de autonomía política regional.
Por lo tanto, si desea enmendar sus errores y tratar de corregirlos, le aconsejamos seguir el ejemplo del Sr. Romano Prodi, ex presidente de la Comisión Europea y enviado especial del Secretario General de la ONU para el Sahel de 2012 a 2014, quien defendía una propuesta realista capaz de traer paz a todos los países del Sahel. A una pregunta de Jeune Afrique sobre si un estado de Azawad le parecía viable, Romano Prodi respondió sabiamente: ‘Pongo mi esperanza en un acuerdo aceptable entre Bamako y los grupos armados. Porque considero que, sin un acuerdo con el Norte, nunca habrá paz en Mali’. Esta fue, al final, la solución a la que las partes en conflicto en Mali acordaron en Ouagadougou el 4 de diciembre de 2012, a iniciativa del ex presidente de Burkina Faso, Blaise Compaoré, con el apoyo de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), donde la parte gubernamental y los representantes del Movimiento Nacional de Liberación de Azawad (MNLA), insistiendo en ‘el rechazo del terrorismo’ y en el respeto de la integridad territorial, acordaron la ‘necesidad de crear un marco de diálogo para lograr la cesación de las hostilidades’, donde el MNLA renunciaría a la independencia del Norte a cambio de garantías de ‘amplia autonomía’, similar a la propuesta de Marruecos de 2007 para la ONU para resolver la cuestión del Sáhara Occidental.
En conclusión, para evitar ser cómplices de este nuevo genocidio, apelamos a su sentido de responsabilidad y solidaridad para trabajar con la mayor urgencia posible, para convencer a los líderes militares de Mali y a los combatientes tuareg y moros de Azawad de sentarse alrededor de una mesa redonda en Ankara, dado que el Acuerdo de Argel del 14 de mayo de 2015 terminó en un fracaso total, y donde la instauración de un sistema territorial federal constituye la mejor solución política para establecer la paz.
Le saluda atentamente,
Rachid Raha, Presidente de la Asamblea Mundial Amazighe (AMA)