El candidato presidencial Karim Gharbi condenado a cuatro años de prisión
Rapper, empresario y antiguo yerno del presidente depuesto Zine El Abidine Ben Ali, K2 RIM, cuyo nombre real es Karim Gharbi, fue condenado el 14 de agosto a cuatro años de prisión en ausencia por haber «comprado apoyos para postularse a la presidencia del 6 de octubre», según indicó Alaa Eddine Aouadi, portavoz del Tribunal de Primera Instancia de Jendouba.
El fallo, dictado en ausencia, condena al rapero a cuatro años de prisión, a una multa de 5.000 dinares y a una prohibición de por vida para presentarse a cualquier elección. Estas decisiones derivan de acusaciones de recolección de firmas para una candidatura presidencial a cambio de remuneraciones, reveló el portavoz del Tribunal a la agencia Tunis Afrique Presse (TAP). En el mismo caso, el presidente del Consejo Local de Jendouba fue condenado a un año de prisión y a una multa de 1.000 dinares. Una tercera acusada, también juzgada en ausencia, recibió una condena de cuatro años de prisión con ejecución inmediata y una multa de 5.000 dinares. Otros acusados (los que aceptaron patrocinar a Karim Gharbi de manera remunerada) están, por su parte, prohibidos de votar por un período de seis años.
En este mismo sentido, se emitió una orden de detención contra el responsable local, que lo llevará ante el tribunal correccional junto a Karim Gharbi y otra acusada, ambos prófugos, por parte del ministerio público el lunes 12 de agosto. Los cargos contra los tres acusados mencionados se refieren a «la distribución de donaciones en efectivo o en especie para influir en los votantes», conforme al artículo 161 del nuevo Código Electoral. La investigación se inició a raíz de comunicaciones entre varias personas negociando el apoyo a Karim Gharbi. Cuatro mujeres involucradas en el mismo caso ya han sido condenadas. Tres de ellas recibieron penas de tres y dos años de prisión. La cuarta fue condenada a cuatro años de prisión con ejecución inmediata. Estas mujeres son conocidas por su cercanía a Leïla Ben Ali, quien se sospecha que está detrás de la financiación de K2RIM para vengarse de la historia y regresar a Túnez por la puerta grande.