De Siria a Turquía: Cómo el régimen argelino alimenta el terrorismo, la división y el caos
Los escándalos en torno al régimen argelino continúan acumulándose, convirtiendo gradualmente al país en un escenario de políticas internacionales irresponsables y provocadoras. El más reciente involucra la acogida de representantes del movimiento kurdo Rojava en los campamentos de Tinduf, lo que refleja un apoyo explícito a la secesión en Siria y Turquía. Este acto pone de manifiesto una estrategia peligrosa destinada a sembrar división y desestabilizar la región, incluso si eso significa una confrontación directa con potencias como Turquía.
Argelia, patrocinadora del terrorismo y la división
Informes de medios turcos e internacionales han revelado que delegaciones kurdas vinculadas a Rojava, respaldadas por el PKK, fueron recibidas por las autoridades argelinas. Esta maniobra demuestra la disposición del régimen argelino a utilizar movimientos separatistas para reforzar su influencia geopolítica, a pesar de su aislamiento en el escenario internacional.
Mientras tanto, los ciudadanos argelinos enfrentan graves crisis económicas y sociales, mientras el régimen desvía recursos nacionales hacia proyectos extranjeros controvertidos. Además, esta estrategia abre un nuevo frente con Turquía, que considera al PKK como una organización terrorista.
Un desmentido poco convincente
En respuesta a las críticas, la embajada argelina en Ankara emitió un comunicado negando su implicación en los asuntos turcos. Sin embargo, videos compartidos por Rojava parecen confirmar un apoyo argelino implícito, reforzando las sospechas de una injerencia irresponsable.
Una diplomacia peligrosa
El apoyo de Argelia al movimiento Rojava podría intensificar las tensiones regionales y dañar aún más su credibilidad internacional.