Cómo el régimen militar de Argel se vuelve contra sus oponentes: el ejemplo de Moncef Aït Kaci
Moncef Aït Kaci, quien en su momento fue un periodista detenido por su trabajo con medios extranjeros, ha emergido hoy públicamente como un defensor vocal del régimen militar de Argel. Su declaración pública sobre la campaña #أنا_مع_بلادي («Estoy con mi país»), que afirma promover la unidad nacional en una «fase sensible», ilustra un fenómeno más profundo: la capacidad del régimen militar para 1) voltear a antiguos oponentes y 2) utilizarlos para promover una propaganda de realidad alternativa para remodelar la percepción pública y controlar la disidencia.
Un periodista volteado
Aït Kaci, alguna vez un emblema de la resistencia periodística, fue arrestado en 2020 y detenido por supuesta colaboración con medios extranjeros (France 24) sin la acreditación adecuada, un cargo criticado por el Departamento de Estado de EE.UU., Reporteros sin Fronteras y muchos otros, como políticamente motivado. Su enjuiciamiento, que incluyó acusaciones de recibir financiamiento extranjero y socavar los intereses nacionales, destacó la represión continua de Argelia contra el periodismo independiente.
Moncef Aït Kaci, quien fue detenido por el régimen militar de Argel, ahora ha cambiado de lealtad, buscando arrepentimiento y rehabilitación del mismo régimen que una vez lo mantuvo cautivo.
Hoy, Aït Kaci acudió a las redes sociales para promover el hashtag respaldado por el régimen militar, presentándolo como una iniciativa espontánea que llama a la solidaridad y la vigilancia contra amenazas externas. En su publicación, enmarcó la campaña como un esfuerzo patriótico para defender la unidad de Argelia durante un «período sensible», alineándose con las narrativas oficiales del régimen militar.
El cambio de Aït Kaci es un ejemplo de libro de texto de cómo los individuos demuestran públicamente lealtad al régimen militar de Argel después de períodos de conflicto con su autoridad. El arrepentimiento a menudo implica adoptar una retórica alineada con el régimen y participar en campañas de propaganda apoyadas por el estado. En este caso, proteger al régimen militar de Argel de las repercusiones del régimen sirio de Assad, y de la filtración de documentos de inteligencia que muestran estrategias contrarrevolucionarias y marcos legales asesorados a la Dirección General de Inteligencia Siria, por Mohamed Mediene y Chafik Mesbah.
Aït Kaci se une a una lista creciente de periodistas, figuras públicas, artistas e influencers que amplifican los mensajes del régimen después de enfrentar consecuencias legales o sociales. La participación en tales iniciativas a menudo se ve como un paso necesario para recuperar el favor de las autoridades y reclamar legitimidad pública.
La publicación en redes sociales de Aït Kaci retrata el hashtag como un movimiento espontáneo y de base que llama a la solidaridad contra enemigos no especificados, lo cual, por supuesto, es engañoso y no puede resistir la simple verificación de hechos que realizamos. La campaña se alinea estrechamente con la narrativa del gobierno, que busca construir una versión de la realidad que desaliente el pensamiento crítico y la participación política. Otros ven la campaña como un esfuerzo orquestado por el gobierno para suprimir la disidencia canalizando el discurso público hacia demostraciones patrióticas.
Arrepentimiento para la rehabilitación
El caso de Moncef Aït Kaci subraya las dinámicas más amplias de la supresión de la prensa y el cumplimiento público en Argelia. El régimen ha utilizado consistentemente herramientas legales y administrativas, como la negación de acreditaciones y los enjuiciamientos, para marginar a los periodistas independientes. Las demostraciones públicas de lealtad, como la de Aït Kaci, a menudo siguen períodos de dificultades legales o profesionales, sugiriendo un quid pro quo tácito: arrepentimiento a cambio de rehabilitación.
La propaganda de realidad alternativa
La propaganda argelina opera en dos categorías distintas. La primera es la propaganda alternativa, que construye una versión completamente fabricada de la realidad al alimentar a la audiencia con falsedades cuidadosamente elaboradas diseñadas para persuadirlos de eventos que nunca ocurrieron: Argelia es la tercera economía del mundo, Putin es el amigo de la humanidad, Argelia ocupa el tercer lugar en el índice de prosperidad, etc. La segunda es la propaganda posverdad, destinada a fomentar la apatía e inacción dentro de la población. Este enfoque busca convencer a las personas de que la verdad es incognoscible, desalentándolas de participar en el discurso político. En lugar de debatir hechos, simplemente afirma que nadie puede saber realmente lo que sucedió, cerrando efectivamente la discusión y promoviendo la desmovilización generalizada.
Ejemplos de cuándo ocurrieron estos dos tipos de propaganda
En 2024, Argelia está experimentando actualmente una fase de propaganda alternativa por parte del régimen militar de Argel, marcada por una negación flagrante de la realidad similar a los regímenes como Corea del Norte, Cuba, Venezuela. La televisión estatal disemina narrativas que los ciudadanos deben aceptar sin cuestionar: Argelia es la tercera economía del mundo, Putin es el amigo de la humanidad, Argelia ocupa el tercer lugar en el índice de prosperidad. Cualquier forma de pensamiento crítico o incluso una leve crítica se equipara con disidencia, traición o deslealtad, y se toma acción legal inmediata para encarcelarlos, logrando así dos objetivos: silenciarlos y desalentar a otros a expresarse.
Entre 1992 y 1999, y durante el segundo y tercer mandato del presidente Bouteflika, el país estuvo dominado por la propaganda posverdad, epitomizada por el infame «qui tue qui» («¿quién mata a quién?»). Esta estrategia paralizó el pensamiento lógico, sugiriendo que la verdad era incognoscible: «No sabemos quién está matando; no podemos saber; no hay manera de saber», creando una atmósfera de resignación y silenciando el discurso público. Durante el tercer mandato de Bouteflika, esto evolucionó hacia una nueva forma de manipulación, con medios como Ennahar TV promoviendo contenido sensacionalista centrado en la brujería, el crimen social y el periodismo amarillo de baja calidad. Esta estrategia estaba diseñada para anestesiar y adormecer a la población, desalentando el compromiso crítico y disuadiendo la acción social colectiva.
Las dos caras de la propaganda argelina: negación de la realidad y parálisis de la verdad
Esta ilustración destaca las estrategias duales de la propaganda del régimen militar de Argelia. Negación de la realidad: construye narrativas fabricadas para controlar la percepción pública y silenciar la disidencia, mientras que la parálisis de la verdad: siembra confusión para suprimir el pensamiento crítico y desmovilizar a los ciudadanos. Cada tipo apunta a audiencias específicas a través de actores mediáticos, reforzando el control del régimen.
La publicación en redes sociales de Aït Kaci es propaganda de realidad alternativa
La publicación en redes sociales de Aït Kaci retrata el hashtag como un movimiento espontáneo y de base que llama a la solidaridad contra enemigos no especificados. Sin embargo, el hashtag sirve con la narrativa del régimen militar, que busca construir una versión de la realidad que desaliente el pensamiento crítico y la participación política.
El hashtag #أنا_مع_بلادي refleja una estrategia de propaganda de realidad alternativa, donde el régimen crea una comprensión fabricada de los eventos para influir en el público. No se trata de convencer a las personas de una verdad específica, sino de saturar el espacio informativo con mensajes cuidadosamente curados que refuercen la lealtad mientras suprimen la disidencia.
Este tipo de propaganda alimenta a la audiencia con falsedades envueltas en retórica patriótica, como sugerir que la campaña surgió orgánicamente cuando sus huellas son inconfundiblemente vinculadas al aparato de mensajería más amplio del régimen. El objetivo es crear una realidad donde cuestionar la narrativa no solo esté desalentado, sino que sea irrelevante.
El papel engañoso de Moncef Aït Kaci y por qué es un propagandista
La transformación de Aït Kaci de periodista defensor de la libertad de prensa a una voz pro-régimen es un ejemplo de libro de texto de cómo los individuos pueden convertirse en vehículos para estas estrategias. Ya sea por coerción, instinto de supervivencia o elección personal, su participación otorga credibilidad a la realidad construida por el régimen. Al alinearse con el hashtag, Aït Kaci amplifica mensajes de unidad y vigilancia, reforzando sutilmente la idea de que cuestionar al régimen es sinónimo de deslealtad a la nación. Su declaración es una cámara de eco, un impulso más amplio para equiparar el patriotismo con el cumplimiento del régimen militar, marginando aún más las voces disidentes.
El efecto final de estas técnicas de propaganda engañosa es profundo. Al construir una realidad alternativa y socavar el concepto de verdad objetiva, el régimen neutraliza efectivamente la oposición. Los ciudadanos se sienten aislados, confundidos e impotentes para desafiar la narrativa.
La historia registrará que individuos como Moncef Aït Kaci, Abdou Semmar (alias Ilyas Aribi), Saïd Bensdira, Mohamed Larbi Zitout, entre otros, han jugado un papel en el sostenimiento del régimen militar en Argel. A través de narrativas variadas y retóricas adaptadas, apelan a diversas audiencias: Abdou Semmar (alias Ilyas Aribi) a los argelinos proactivos de habla francesa, Mohamed Larbi Zitout a los islamistas de habla árabe, y Moncef Aït Kaci a la juventud moderna y con estilo de Argel. Considerados individualmente, cada uno parece tener valores, misiones y visiones contradictorios que parecen irreconciliables, lo que hace improbable que se alineen como un grupo cohesivo. Sin embargo, colectivamente, sirven al mismo propósito: diseminar la propaganda engañosa del régimen. A pesar de sus diferencias, contribuyen a crear una realidad alternativa diseñada para solidificar el control del régimen militar sobre el poder.
Por Abderrahmane Fares.