“Argelia tiene 116 millones de estudiantes”: ¿Kamel Bidari iba borracho en público?

El Ministro argelino de Enseñanza Superior, Kamel Bidari, declaró el 11 de febrero de 2025 en la Facultad de Información y Comunicación Ben Aknoun, ante profesores y estudiantes de la École nationale supérieure des sciences politiques, la Facultad de Medios y Comunicación y diversos medios y organizaciones, que el país cuenta actualmente con 116,8 millones (ciento dieciséis coma ocho millones) de estudiantes universitarios, más del doble de la población total de Argelia, que asciende actualmente a 47,2 millones (cuarenta y siete coma dos millones).

En un tono sereno, tranquilo y casi zen, con una elocución balbuciente y sonrisas indolentes, en el que muestra lo que hay que llamar la imbecilidad y la estupidez de la «nueva Argelia» de Abdelmadjid Tebboune, el Sr. Kamel Bidari afirma también que esta cifra se ha multiplicado por 3500 (tres mil quinientos) desde 1962, lo que significa que había unos 33371 (treinta y tres mil trescientos setenta y un) estudiantes en el momento de la independencia.

Nuestros verificadores de hechos descubrieron que en 1962 la población de Argelia era de unos 11,78 millones (once coma setenta y ocho millones), con sólo unos 3.000 (tres mil) estudiantes matriculados en la universidad.

Un cálculo rápido revela el error: multiplicando los 3.000 estudiantes de 1962 por 3.500 se obtienen unos 10,5 millones (diez coma cinco millones) de estudiantes en la actualidad, una cifra mucho más acorde con la población del país, de 47,2 millones, que con los 116,8 millones aducidos por Kamel Bidari.

¿Kamel Bidari estaba bajo la influencia o borracho?
La declaración del Ministro es una muestra flagrante de incompetencia, que plantea serias dudas sobre su dominio de la aritmética básica y su capacidad para asumir un cargo que requiere precisión y responsabilidad. Los estudiantes presentes en el acto, que declararon bajo condición de anonimato, se preguntaron si Bidari se estaba escuchando a sí mismo cuando dijo «116 millones de estudiantes», sin detenerse a corregir el evidente error. Otros dijeron que su comportamiento en el acto, caracterizado por una actitud indolente y arrastrando los pies, sugería que estaba ebrio. No es la primera vez que la opinión pública se pregunta si los funcionarios de la autoridad argelina se emborracharon durante sus apariciones públicas y discursos.

Esto plantea otra pregunta: ¿tienen los dirigentes argelinos tal desprecio por el público, y han adquirido un nivel de confianza en sí mismos sin precedentes, que se sienten exentos de rendir cuentas, hasta el punto de que ya no les importan las consecuencias de aparecer borrachos en público y exhibir su embriaguez sin freno?

Abderrahmane Fares

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