Argelia: el ejército en tiempos de fracturas
Una declaración tan inesperada como inquietante acaba de publicar en las redes sociales Toufik Bennacer, hijo del fallecido general de división Larbi Bennacer, ex director de justicia militar (1999-2005), y hermano del coronel Boualem Bennacer, oficial de servicio de información actualmente. bajo custodia. El anuncio de la creación de una “Organización de Oficiales Libres para el Apoyo de la Justicia Nacional” constituye un avance importante en la crisis que sacude a la institución militar argelina.
Si las primeras intervenciones públicas de Toufik Bennacer comenzaron como reacción a la detención de su hermano, su profundo conocimiento del funcionamiento interno del ejército argelino y su red de contactos dentro del establishment militar lo convierten en una fuente particularmente creíble. Sus recientes revelaciones sobre los pasillos del poder militar, en particular sobre el general Saïd Chengriha, han demostrado sistemáticamente ser precisas, como lo confirman los acontecimientos posteriores. Su posición única, heredada de su padre pero alimentada también por los estrechos vínculos que mantiene con numerosos altos oficiales, le otorga un acceso privilegiado a la información sensible que circula en los círculos restringidos del poder militar.
La declaración constitutiva comienza con un posicionamiento inequívoco: “Nosotros, un grupo de oficiales nacionales honorables, leales a nuestra patria Argelia”, estableciendo inmediatamente la legitimidad del movimiento afirmando al mismo tiempo su carácter patriótico. El objetivo declarado es explícito: “exigir que el general del ejército Chengriha y los miembros de su familia sean llevados ante la justicia por corrupción y abuso de poder”, una exigencia que contrasta con las habituales protestas más generales.
Esta declaración se produce en un contexto particularmente tenso, dos días después de la espectacular detención del general de división Mohammed Kaidi, una figura respetada del ejército argelino. El momento de este anuncio, lejos de ser fortuito, es parte de una serie de eventos que perfilan los contornos de una importante crisis institucional dentro de la ANP. El arresto de Kaidi se produjo en el día simbólico del aniversario de la muerte del general Ahmed Gaïd Salah, en medio de una creciente represión contra los usuarios de las redes sociales que comparten el hashtag viral #مانيش_راضي (“No estoy satisfecho”).
Los principios establecidos en la declaración revelan un enfoque cuidadosamente elaborado. Los autores afirman su “compromiso patriótico” al tiempo que enfatizan que son “parte integral del Ejército Nacional Popular y rechazan cualquier ataque a su institución o su unidad”. Esta posición matizada claramente apunta a tranquilizar tanto a la institución militar como a la población sobre sus intenciones: “No buscamos ni el caos ni el daño a la patria, sino que trabajamos para lograr reformas y proteger a nuestro ejército de la corrupción y la manipulación.»
El surgimiento de esta organización se produce en un contexto de crecientes tensiones dentro del aparato militar argelino. La prisión militar de Blida alberga actualmente a más de 60 generales, una situación sin precedentes que demuestra la magnitud de las purgas en curso. El reciente juicio del coronel Boualem Bennacer, durante el cual desafió abiertamente al general Chengriha exigiendo su presencia para un enfrentamiento, ilustra una profunda ruptura en la cultura tradicional de sumisión jerárquica.
La declaración aborda de frente la cuestión de los agentes encarcelados y promete “rehabilitar a los oficiales honorables que han sido víctimas de la injusticia”, una referencia apenas velada a los numerosos agentes detenidos en Blida. Esta posición pública sobre un tema tan delicado demuestra una audacia sin precedentes.
La proliferación de vídeos de apoyo que emanan de los cuarteles se refleja en el llamamiento lanzado en la declaración: “A cada oficial leal en las filas del Ejército Nacional Popular, le extendemos nuestra mano para apoyar nuestra noble causa.» Esta invitación explícita a unirse al movimiento sugiere confianza en la existencia de un apoyo significativo dentro de la institución.
La convergencia temporal entre el arresto del general Kaidi, el ascenso al poder del hashtag #مانيش_راضي y la aparición de esta organización sugiere la existencia de una coordinación, ya sea intencionada o fortuita, entre diferentes formas de protesta. La afirmación de que son “sus hijos, soldados y protectores de la patria” tiene claramente la intención de cerrar la brecha entre la protesta militar y el descontento popular.